Un paseo por el centro

 

El verdadero viajero es aquel que investiga, descubre y mira más allá de lo que le recomiendan las guías turísticas, es aquel que se integra con la gente del lugar que visita. Por eso os invitamos a mirar desde otra perspectiva cada uno de los rincones que visitéis.

¿Empezamos por el MERCADO?

Nuestra casa está en el centro histórico de El Puerto, entre la Basílica Mayor y el Castillo de San Marcos, así que estamos rodeados de historia y autenticidad.

Aunque El Puerto es una ciudad turística, el centro antiguo ha logrado mantener un ambiente austero, tranquilo y muy auténtico. Esta autenticidad es lo que vamos a buscar en este paseo por el centro.

Empezamos acercándonos al mercado de abastos o “Mercado de la Concepción”. De 9 a 14h es el corazón de la ciudad. Según avanza la mañana, los alrededores del mercado se van llenando de gente que viene a esta zona a desayunar en alguno de los bares que rodean al mercado.

Cualquiera de los bares merecen una visita, ya sea para desayunar, tomar una tapa a mediodía o un vino antes de comer. Estos son bares clásicos, con aire poco formal y un ambiente embaucador. Habitualmente tienen una cocina tradicional, auténtica y siempre apetecible, cada uno tiene su encanto y como no, sus clientes habituales que hacen de cada lugar un sitio único.

Uno de nuestros imprescindibles es el “Bar Vicente”. Un huésped hace poco nos dijo: “Sentarse a desayunar en una terraza y dejar pasar el tiempo observando “la calle” es como introducirse en una película de Berlanga”. El ambiente, las voces, el ir y venir de la gente habitual del mercado hace que merezca la pena.

Otra visita imprescindible es la “Churrería de Charo”. Está en un pequeño puesto a la espalda del mercado. Desde temprano, cada día durante toda una vida, Charo con ayuda de su familia, hace unos churros únicos, no solo por su elaboración, sino porque el simple hecho de comprarlos, es una experiencia maravillosa. La espera para llevártelos “calentitos y bien despachaos”, incluye una charla obligada con ella y con el resto de los pacientes clientes.

SEGUIMOS por LA BASÍLICA MENOR

Después de tomar un desayuno nos acercamos andando a la Basílica Menor Nuestra Señora de los Milagros, a unos 5 minutos del mercado. Encajonada en una preciosa plaza flanqueada por edificios respetables, emerge esta pequeña catedral con aires góticos y algún que otro tesoro escondido en su interior. Nuestra casa de huéspedes Santa María, está a apenas a 5 minutos andando y disfrutamos enormemente cuando las campanas tañen a nuestro alrededor inundando el centro de ese sonido que anima a llevar una vida “slow”. Entrar, pasearse en la penumbra de cada una de las capillas y antes de salir, sentarse en uno de los bancos y dejar pasar el tiempo en silencio quizás sea la mejor manera de prepararse para disfrutar del día que nos queda.

El centro de la ciudad hay otros edificios religiosos que merecen una visita, iglesias y conventos que invitan a entrar y donde en cada uno de ellos encontraremos un momento de descanso y silencio, mientras admiramos los tesoros que esconden.

CASAS DE CARGADORES

Salimos de la Basílica Mayor y bajando por la calle Palacios, vamos buscando la plaza de Alfonso X “El Sabio” a la que tardaremos apenas otros 5 minutos en llegar. En cada tramo que vamos andando nos permitimos el lujo de “cotillear” dentro de las casas particulares que vamos encontrando a nuestro paso. La ciudad aún conserva multitud de “casas-palacio” o casas de Cargadores a Indias de gran porte y una respetable factura arquitectónica, otras de arquitectura tradicional y todas interesantes por fuera y mucho más por dentro.

Suelen tener un patio al que se accede directamente desde la calle por la “casapuerta” o zaguán llegando hasta la cancela que da acceso al patio. El “portón” de la calle suele abrirse durante el día y cerrarse por la noche, lo que nos da ocasión para entrar hasta la cancela y admirar los diferentes patios que nos encontramos, es uno de los tesoros escondidos que tiene la El Puerto. Sin miedo ni vergüenza, vamos entrando en todos los que veamos abiertos y nos dejaremos sorprender por cada uno de ellos.

CASTILLO DE SAN MARCOS

Llegamos a la plaza de Alfonso X “El Sabio” o “plaza del Castillo”, quizás uno de los rincones más monumentales, donde podemos visitar el castillo de San Marcos, interesante construcción medieval edificada sobre una antigua mezquita de la que aún se conserva gran parte en su interior. El castillo está adherido a una antigua bodega propiedad de Bodegas Caballero, la visita a la bodega está incluida en el tour por el castillo.

En la misma plaza y junto al castillo encontramos una de las casas palacio más bonitas y mejor conservadas, sede de la oficina de turismo, a la espalda podemos ver la antigua lonja y al otro lado una de las plazas con más encanto, la plaza de Cristobal Colón.

BODEGAS

Va siendo hora de tomar un vino en una de las múltiples bodegas pertenecientes a nuestra denominación de origen, Jerez Xerez Sherry. Aquí, la gente local, suele ir a comprar el vino o el vinagre a granel a pequeñas bodegas familiares que aún despachan algunos tesoros guardados en botas (que es como aquí se conocen a las barricas de vino). Excelentes vinos que usamos para cocinar o para tomar y unos excelentes vinagres de reserva.

Nos acercamos a una de nuestras favoritas, visita imprescindible, “Bodegas Obregón”. Es uno de esos espacios en penumbra llenos de historia y recuerdos y sobre todo donde el tiempo se detuvo hace mucho. Abren en horario de tienda aunque puedes ir a tomar un vino o comprarlo para llevar y especialmente recomendable: sólo los sábados, preparan unos sabrosos guisos que podremos degustar en la misma bodega hasta su cierre.

Como ésta, hay más bodegas en el centro, todas ellas con caldos que merecen la pena, cada una tiene sus peculiaridades y sus especialidades. Por ejemplo las bodegas Grant.

Otra visita que se nos hace imprescindibles si quieres conocer a fondo el mundo del vino de jerez es hacer un tour por alguna de las grandes. Te recomendamos Osborne o Gutierrez Colossia.